martes, 17 de febrero de 2009

AIR FRANCE PRESENTA SU NUEVO LOGOTIPO


Buenos Aires, febrero de 2009.- La identidad visual de Air France evoluciona. La compañía aérea, líder mundial en el mercado aerocomercial y miembro de Sky Team, presenta su nuevo logotipo, diseñado por la agencia Brandimage.
La renovada marca se lee ahora en una sola palabra, con un estilo depurado gracias a su tipografía más ligera y sencilla.
La renovación de la imagen en la cola de los aviones se efectuará al ritmo de las entregas de las nuevas aeronaves.
“Esta nueva identidad gráfica, subraya François Brousse, Director de Comunicación de Air France, pretende expresar lo que la empresa es hoy en día: una compañía fiel a su identidad nacional y a los valores que esto conlleva, pero que se ha convertido, especialmente tras la creación del grupo Air France KLM, en una marca mundial”.
Los colores nacionales siguen presentes en el fuselaje y en la cola de los aviones:
• El azul marino, predominante desde hace 75 años, evoca el capital histórico de la marca y la eficacia de la compañía.
• El blanco, color de la excelencia, sugiere el bienestar y el arte de viajar a la francesa.
• El rojo vivo acentúa y dinamiza la marca, poniendo al mismo tiempo de relieve la elegancia francesa y la atención brindada a los clientes de Air France por el personal de la compañía, tanto en tierra como a bordo.
“Esta nueva identidad, elegante y moderna, refleja la evolución fundamental que ha vivido Air France en los últimos años. La cohabitación entre el nuevo y el antiguo logotipo permite que la transición sea progresiva ante los ojos de nuestros clientes”, agregó François Brousse.

Fin de temporada en Cariló

Tal como se lo conoce, Cariló es en la actualidad uno de los puntos de atracción turística más importantes del país y uno de los lugares privilegiados para descansar. Nada mejor que relajarse en este balneario cuando la gente y las tarifas se reducen, pero el clima acompaña.
Es difícil imaginar a Cariló como un árido médano de arena gigantesco a las orillas del mar. A primera vista este célebre balneario sorprende por su irresistible combinación de bosque y playa. Sin embargo, no siempre fue así.
Cariló tiene 90 años y es el ejemplo más contundente de lo que puede la iniciativa del hombre cuando intenta modificar la naturaleza pero sin destruirla y además, la convierte en un lugar de un enorme atractivo turístico.
Ese hombre fue Don Héctor Manuel Guerrero, quien con 28 años, decide convertirse en un domador de médanos y cumplir su mayor deseo: convertir todo eso en un frondoso bosque.
Tras 18 años de experimentar con más de 650 clases de variedades arbóreas que obtuvo de los más variados rincones de Argentina y del mundo, logró fijar las arenas con una diversidad de fragancias, colores y follajes, que transformaron para siempre la fisonomía de este lugar de más de 1.700 hectáreas. No por nada el camino que utilizaba desde su plantación hasta la playa lo bautizó como Avenida La Constancia y al lugar "Cariló", Médano Verde en mapuche.
El sueño de Don Héctor se multiplicó y hoy es compartido por los cientos de turistas que arriban a Cariló año tras año, en su mayoría en la temporada estival, a disfrutar no solo de sus atractivos naturales sino también de sus múltiples servicios. Basta con que el viento del mar indique la finalización del horario de playa para que comiencen a divisarse los veraneantes en el centro comercial. Allí, la arquitectura se justifica con elementos nobles como la madera y la piedra, enalteciendo la magia de un lugar que ya se encuentra encantado por su propia naturaleza.
Cariló dispone de una superficie de 1.700 hectáreas, de las cuales 1.100 todavía están sin lotear. Además de los recursos naturales, fauna y flora de características únicas, Cariló ostenta 19 paseos y galerías que combinan cafés, restaurantes, heladerías y locales de las marcas más reconocidas de ropa que se entremezclan con las propuestas más artesanales. El comienzo del centro está signado por la presencia de la confitería La Verbena (sí, la que hace mucho tiempo tenía ovejas pastando en su techo de pastos verdes) que nos remite a un clásico que aún se mantiene vigente.
Este balneario ofrece una excelente infraestructura turística para satisfacer el gusto de sus más exigentes visitantes. Dispone de alrededor de 50 hoteles y aparts de diferentes niveles, entre ellos, los Hoteles Australis. El Paradise, situado en medio del bosque, a media cuadra del centro comercial y tres de la playa, es de los primeros en Cariló. Nació allá por 1992 cuando los hoteles eran 4 y los paseos comerciales 2. A lo largo de los años este hotel se fue ampliando y profesionalizando, pero sin perder la magia de sus comienzos. El Rumel, ubicado frente al mar, completa la oferta de los Hoteles Australis en Cariló. Medano verde para siempre es el significado de Cariló Rumel, justamente inspirados en el sueño de Don Héctor. Este hotel se destaca por sus servicios de SPA que incluyen piscina in-out climatizada, sauna, duchas escocesas, hidromasaje y gimnasio, entre otras cosas. En Marzo y Abril, excepto semana santa, en el Rumel hay una promoción 5 x 4 donde se alojan 5 noches y pagan 4 (de domingo a viernes) y en Paradise se alojan 3 noches y pagan 2 (fines de semana).
Asimismo durante los meses de Marzo y Abril, Cariló ofrece variados paseos y excursiones, como travesías en 4x4, cabalgatas, cicloturismo, caminatas o safaris fotográficos por la playa y el bosque. El Golf Club y el centro hípico completan el abanico de actividades.
Como llegar
En auto: Desde Buenos Aires por la ruta 2 hasta el km 206 cruce Dolores. Subir el puente de Dolores y 30 km más hasta el paraje Esquina de Crotto por ruta 63. Se empalma con la ruta 11 hasta General Conesa y con la Ruta Provincial 56 lleva a General Madariaga. Se toma la Ruta Provincial 74 a Pinamar donde se cruza nuevamente con la ruta 11 para los últimos 6 km a Cariló. A Cariló se accede por la entrada de la Ruta 11 o por la entrada del Bv. Divisadero que linda con la localidad de Valeria del Mar, otra de las localidades del Partido de Pinamar. Además, la Municipalidad ha habilitado dos nuevos accesos por las calles Jilguero y Chorlo.
Y desde
Mar del Plata: Simplemente se toma por la costa de Mar del Plata, pasando por el parque Camet, tomando la Ruta 11, pasando por la localidad de Santa Clara del Mar, y luego por la entrada de Mar Chiquita. Se continúa viaje por la misma ruta unos 110 km hasta la rotonda de ingreso a Cariló.
En tren o bus: También se puede llegar en tren o en ómnibus hasta Pinamar y de allí se puede ir en
remise o en taxi.
En avión: Sólo en temporada alta al cercano
Aeropuerto de Villa Gesell.
Donde dormir
Hotel Australis Rumel frente al mar y a tres cuadras del centro comercial. En Marzo y Abril, excepto semana santa, hay una promoción 5 x 4. Se aloja 5 noches, paga 4 (de domingo a viernes). En base doble $940, cuadruple $740, por persona, IVA incluido. Incluye desayuno y cena, sin bebidas ni postres, acceso al SPA (piscina in-out climatizada, sauna, duchas escocesas, hidromasaje, gimnasio), servicio de playa y WI-FI. Además, por adulto, por estadía: 3 tratamientos de SPA a elegir entre un masaje descontracturante, ozonoterapia, talasoterapia o presoterapia.
Hotel Australis Paradise, en el bosque, a media cuadra del centro comercial y tres de la playa. En Marzo y Abril, excepto semana santa, hay una promoción 3 x 2. Se aloja 3 noches, paga 2 (fin de semana). En base doble $390, cuadruple $300, por persona, IVA incluido. Incluye desayuno buffet, acceso al SPA (piscina climatizada cubierta y descubierta, sauna, duchas escocesas, gimnasio), servicio de playa y WI-FI.
Más información: www.parquecarilo.com

lunes, 16 de febrero de 2009

Espirito Santo - Brasil

Del mar a la montaña

En el estado de Espirito Santo una propuesta diferente: playas de arenas negras con propiedades terapéuticas, circuitos de agroturismo y trekking
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Domingo 15 de febrero de 2009 | Publicado en edición impresa 

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Del mar a la montañaAscendencia italiana, sin vueltas, en Venda Nova do Inmigrante Foto: Pierre Dumas

VITORIA.- El estado de Espirito Santo se extiende a orillas del Atlántico, al norte de Río de Janeiro. De hecho su capital, Vitória, parece una prima lejana de la antigua capital brasileña. La costa también forma un laberinto de aguas y tierras, entremezcladas en medio de bahías, penínsulas, islas e istmos.

Detrás de la costa, bordeada de edificios altos cuyas luces se reflejan por las noches en el mar, el relieve empieza a ondularse hasta formar montañas y expandirse por el vecino estado de Minas Gerais. El centro balneario de Guarapari es conocido en todo Brasil y muy frecuentado por los mineros por la belleza de sus playas, pero también por las propiedades terapéuticas de sus arenas negras. En pocas horas, Espirito Santo permite pasar del mar a las montañas, de las playas a senderos de caminatas y trekking, siguiendo la Ruta del Mar y las Montañas, uno de los ocho circuitos turísticos para recorrer este lugar.

Colecciones de orquídeas

Vitória está a poco más de 500 kilómetros de Río, y para pasar de la costa atlántica al corazón de los parques naturales en las montañas hacen falta apenas dos horas. La Ruta del Mar y las Montañas tiene 100 kilómetros, que pasan por Marechal Floriano y Venda Nova do Imigrante, dos pueblos tan prolijos y verdes como si hubiesen sido importados desde los Alpes. Al pie de la Piedra Azul, una singular montaña que domina el centro del parque natural que protege su singular paisaje, esta región se está abriendo al turismo con actividades rurales, propuestas de aventuras y la promoción de sus raíces europeas, principalmente italianas (en Venda Nova) y alemanas (en la vecina ciudad de Domingos Martins).

En Marechal Floriano, como en toda la región, el verde domina la escena. En los campos y valles se cultivan café y otras plantas tropicales, dibujando postales muy distintas de las clásicas brasileñas de Carnaval y playa. La ciudad es conocida además por sus dos orquidarios, Nego Plantas y Florabela Orquideas: renombrados en toda la región, proponen la visita y venta de una impresionante colección de especies. Espirito Santo es una fiesta para los amantes de la botánica, con orquídeas en las afueras de la ciudad y en toda la región.

Un poco más allá en las montañas, Domingos Martins es la sede de una de las principales colonias alemanas de Brasil. Allí se celebra cada verano el Sommerfest, fiesta en homenaje a los colonos, a fines de enero. Los integrantes de las agrupaciones de folklore visten sus trajes y hacen revivir la música, los bailes y las recetas de cocinas que sus antepasados trajeron con ellos desde el corazón de Europa.

Esta impronta se puede ver también en la Iglesia Luterana de la ciudad, construida en 1866, y en la fábrica de violines local. Pero sobre todo, Domingos Martins es la puerta de entrada al Parque Estatal de la Piedra Azul, una reserva natural en torno de la enorme roca azulada de 1822 metros que bien merece su nombre: como piedra, debe ser la más grande del mundo.

Una piedra en el camino...

En realidad, la piedra es azul sólo una parte del día, ya que se pone colorada o rojiza al amanecer y atardecer. Sin embargo, no es la única -ni la más alta- del parque: la Piedra de las Flores le hace competencia, alcanzando los 1909 metros.

En todo el parque se practica el agroturismo, visitando chacras que producen frutas finas, licores, fábricas de quesos y embutidos. También se realizan caminatas y cabalgatas.

La más novedosa es la que propone la empresa Fjordland, con caballos de raza Fjord, traídos de Noruega. En semejante paisaje no aportan nada de exotismo al lugar, aunque basta recordar en qué punto se está del mapa para admitir que sí son una rareza en este país. Desde los relieves de Noruega, estos pequeños caballos parecen haberse aclimatado sin problemas, ya que su robustez y la firmeza de su andar son ideales para transitar las montañas del parque.

Las cabalgatas se realizan diariamente todo el año y la mansedumbre de los Fjords permite a los inexpertos participar sin temor de los paseos, que llegan hasta la base misma de la piedra, donde la vegetación deja emerger la roca de repente. Aquí florecen las propuestas de agroturismo, un sector que se benefició de planes oficiales para desarrollarse y gracias al cual la región se convirtió en un polo turístico con identidad propia.

Lo mismo ocurre en la vecina ciudad de Venda Nova do Inmigrante, al final de esta ruta. Esta vez los inmigrantes en cuestión fueron principalmente italianos, sobre todo friulanos y vénetos. La Fiesta de la Polenta que se organiza cada año, los coros de cantos italianos, la Casa de Cultura (un museo dedicado a la inmigración), son señales de la casi exclusiva ascendencia italiana de los lugareños. La ciudad goza del título de Capital Nacional del Agroturismo y es ideal para recorrer los pequeños establecimientos familiares de la zona, que se dedican a la producción de especialidades como dulces, licores, cafés o quesos.

Para conocer más esta región distinta y entrañable se puede complementar la Ruta del Mar y las Montañas con la de la Costa y la Inmigración. Se trata de otro circuito oficial, desarrollado por los servicios turísticos del estado, que recorre todo el litoral sur de Espirito Santo, sobre unos 150 kilómetros entre Vitória y Presidente Kennedy, en busca de otras colonias alemanas e italianas, descubriendo otros paisajes y playas de arenas blancas, nuevas perlas en el collar de la costa brasileña.

Por Pierre Dumas 
Para LA NACION 

DATOS ÚTILES

Cómo llegar

  • Desde los aeropuertos de Río de Janeiro, San Pablo o Porto Alegre hay varias conexiones diarias a Vitória. Un vuelo con TAM de Buenos Aires a Vitória cuesta en promedio unos 2000 pesos (tasas incluidas).

Contactos

Más información

  • Comité Visite Brasil, de la embajada de Brasil en Buenos Aires: Cerrito 1350, entrepiso. (4515-2400). De lunes a viernes, de 9.30 a 12.30 y de 15.30 a 17.30. turismo@brasil.org.arwww.brasil.org.ar

El bicentenario de Darwin

ANIVERSARIOS > SIGUIENDO LOS PASOS DE CHARLES DARWIN

Un naturalista en la Argentina

El 2009 fue declarado el Año Darwin, en homenaje al naturalista inglés nacido hace 200 años. Durante su viaje a bordo del “Beagle”, exploró las costas argentinas, cuyo estudio contribuyó a su teoría sobre el origen de las especies. Un itinerario por los lugares que visitó el notable científico.

 Por Graciela Cutuli

Hace casi 170 años, un joven naturalista llamado Charles Darwin zarpaba del puerto británico de Plymouth a bordo de la nave “HMS Beagle”, al mando del capitán Robert Fitz Roy. La expedición, que duraría cinco años –desde 1831 a 1836– recorrió las costas de Africa, Sudamérica y Australia, y permitió al estudioso realizar las observaciones que años más tarde desembocaron en su teoría sobre la evolución y selección de las especies. En su largo periplo pasó por Luján, Bahía Blanca, Pehuen-Có, Puerto Deseado y Tierra del Fuego, entre muchos otros lugares donde observó, recogió muestras y tomó notas y apuntes que luego se convirtieron en el Diario de viaje de un naturalista alrededor del mundo, uno de los éxitos editoriales de su tiempo. Dos siglos más tarde, entre algunos paisajes cambiados y otros intactos, su extraordinario aporte pone a nuestro país en el mapa del turismo científico.

EL PUENTE QUE YA NO ESTA Darwin llegó a la desembocadura del Río Negro el 3 de agosto de 1833, desde allí comenzaría largas y detalladas incursiones en nuestro territorio, buscando y recolectando fósiles de mamíferos y otros animales. Pasa por la actual Carmen de Patagones (“la villa es llamada indistintamente El Carmen o Patagones. Está edificada frente a un peñón que mira al río y muchas de las casas han sido excavadas en la arenisca”) en la frontera con los territorios indios, visita la salina cercana y avanza por el valle del río Negro y el río Colorado. Se entrevista con Juan Manuel de Rosas y se toma varias líneas para describir la hermosura de las jóvenes indias que cruza en el camino. Atraviesa la zona de médanos del sur de la provincia de Buenos Aires y llega a Bahía Blanca, que sin duda no lo impresiona demasiado: “Apenas merece el nombre de aldea”, apunta. Pero las tierras de la región, entre Bahía Blanca, la actual Pehuen-Có y Punta Alta, sin duda estaban destinadas a sorprenderlo, por la abundancia de fósiles y restos de animales ya extinguidos. Hoy, el museo de ciencias naturales de Punta Alta y su dependencia, el museo Ameghino de Pehuen-Có, conservan algunos restos de los megaterios, macrauquenias y gliptodontes que impresionaron a Darwin y lo llevaron a investigar con detenimiento las formaciones geológicas de la región, la fauna y la flora. Desde Bahía Blanca, Darwin puso rumbo a Sierra de la Ventana y Buenos Aires, que describe como una ciudad grande y de trazado regular, con calles en ángulo recto y casas de un solo piso. Siguiendo viaje, cuenta: “Hemos dejado atrás la pequeña ciudad de Luján, donde hay un puente de madera sobre el río, cosa rara en este país. También hemos pasado por Areco. Las llanuras parecían horizontales, es decir a perfecto nivel, pero en realidad no era así, porque en muchos sitios el horizonte estaba distante. Aquí hay grandes extensiones abandonadas entre estancia y estancia, pues los buenos pastos escasean a causa de estar la tierra cubierta de macizos de trébol acre y cardos gigantes”, escribe en su diario. Este puente, de 27 metros de largo y levantado en madera de ñandubay, había sido construido en 1773 por Pablo Márquez en tierras de su propiedad, y provocó el desplazamiento del Camino Real. Hoy ya no existe, aunque el sitio es Lugar Histórico Nacional y sus alrededores fueron escenario de importantes hechos y acontecimientos en la campaña libertadora. Sin embargo, Darwin confiesa que el sitio no le importaba demasiado, porque “apenas se hallan otros cuadrúpedos y aves que la vizcacha y su compañero ordinario, el mochuelo”.

AL CORAZON DEL PARANA El naturalista, fascinado con la exuberancia de la naturaleza y admirado de las costumbres de los locales, sigue remontando el Paraná: San Nicolás, Rosario, Santa Fe y río arriba, hasta volver a Buenos Aires y cruzar a Colonia por el Río de la Plata, “una anchurosa extensión de agua cenagosa sin grandiosidad ni belleza”. Después de una excursión por la Banda Oriental, vuelve a zarpar de Buenos Aires rumbo a Puerto Deseado, donde desembarca con entusiasmo: “El primer desembarco en un país nuevo es interesante y especialmente cuando, como en este caso, el aspecto del conjunto lleva el sello de una individualidad bien definida. A la altura de 60 a 90 metros sobre algunas masas de pórfido, se extiende una vasta llanura, que es peculiar y característica de la Patagonia”. El naturalista y sus acompañantes remontan la ría Deseado y llegan hasta el lugar que hoy se conoce como “los miradores de Darwin”, un paisaje espléndido y desolado, de belleza sin fin: “El sitio en que vivaqueamos estaba cercado de atrevidos ricos y empinados pináculos de pórfido. No creo haber visto nunca lugar más apartado del resto del mundo que esta gran grieta rocosa en la extensa llanura”. Para los lectores en lengua inglesa, es un lugar mítico, que muchos quieren conocer durante su paso por Puerto Deseado en busca de descubrir la increíble avifauna de la ría. Los miradores pueden recorrerse desde lo alto, llegando por tierra, o bien navegando el cañón del río Deseado: de un modo u otro, las vistas son impresionantes. Darwin continuó luego hacia el sur, hasta Puerto San Julián, donde encontró un medio esqueleto de macrauquenia patagónica, un cuadrúpedo grande como un camello: “Es imposible –escribe– reflexionar sobre el cambio que se ha realizado en el continente americano sin sentir el más profundo asombro. En remotas épocas, América debe haber sido un hervidero de grandes monstruos; ahora no hallamos más que pigmeos, cuando se los compara con las razas afines que los han precedido”.

Los expedicionarios aún estaban lejos del fin del viaje. Siempre en el extremo sur de la Patagonia, navegan el río Santa Cruz, cuya descripción es idéntica a la visión que podría tener el viajero de hoy, con su “agua de un hermoso color azul, pero con un ligero tinte lechoso. Fluye por un lecho de guijarros parecido a los que forman las riberas y llanos de los alrededores. Describe una trayectoria sinuosa por un valle que se extiende en línea recta hacia el oeste. La anchura del valle varía entre cinco y diez millas, y está limitado por terrazas escalonadas, que se levantan en casi todas partes, una sobre otra, a la altura de 150 metros, correspondiéndose de manera notable en las orillas opuestas”. Una vez más, Darwin se asombra de la uniformidad de fauna y flora en la Patagonia, poblada por grandes manadas de guanacos, multitud de pequeños roedores y el puma, visible sobre todo a través de sus huellas. El grupo avanza por el río Santa Cruz hasta la cordillera, donde avista el cerro Fitz Roy, así bautizado años más tarde por el Perito Moreno en homenaje al capitán del “Beagle”. En contraste con la desolación que encontraron los expedicionarios, hoy el Chaltén –pueblo jovencísimo nacido oficialmente en 1986– es hoy una de las capitales del turismo aventura en nuestro país, impulsado por el espectacular crecimiento del turismo en El Calafate. Sin embargo, en época de Darwin y sus compañeros la dureza de las condiciones para avanzar los obliga a regresar hacia la costa atlántica, para poner rumbo a las Islas Malvinas –”un país ondulante, de aspecto mísero y desolado, cubierto en todas partes por un suelo turboso y una hierba fina y dura, que presenta un color pardusco y uniforme”– y, finalmente, tocar el último punto en la actual Argentina: Tierra del Fuego.

LA ISLA La experiencia de Darwin al avistar Tierra del Fuego es sin duda irrepetible hoy: demasiada agua corrida bajo el puente y la extinción de los nativos de la isla permiten sólo imaginar lo que puede haber sido su desembarco en ese brumoso territorio del fin del mundo. Tras anclar en la Bahía del Buen Suceso, describe la extraña recepción de los indios, que se ocultaban en el bosque lanzando un fuente clamor mientras agitaban sus mantos, desde un pico que salía sobre el mar. A la noche “vimos sus hogueras y escuchamos de nuevo sus gritos salvajes”, evoca, describiendo con minuciosidad sus saludos, costumbres y hasta pequeñas vanidades, como la del indígena que se vanagloria de su altura y “se tiene por el hombre más hermoso de Tierra del Fuego”. O aquellos que por su total desconocimiento del peligro de las armas de fuego no se movían siquiera ante los disparos, tomándolos tal vez por algún golpe u otro fenómeno de poca letalidad.

Al naturalista le basta además una ojeada para descubrir que todo lo que lo rodea en la isla es muy distinto de la Patagonia continental. A pesar de las incomodidades, y en algunos casos del mal tiempo, su descripción del Canal de Beagle es entusiasta: “El paisaje aquí crece en grandiosidad. Las altas montañas del lado norte forman el eje granítico, o espinazo del país, y se elevan súbitamente 900 o 1000 metros, culminando en un pico que sube a unos 2000 metros. Están cubiertas de un amplio manto de nieves perpetuas; numerosas cascadas vierten sus aguas, por entre boscaje, en el hondo canal angosto. En muchas partes se extienden magníficos glaciares desde la ladera de los montes hasta el mar. Apenas es posible imaginar algo más bello que el azul berilo de estos glaciares, en especial por el contraste con la blancura mate de la nieve que corona las cimas”.

Como si los años no hubieran pasado, como si el territorio salvaje de ayer no se hubiera civilizado conservando grandiosidad, en las orillas de Tierra del Fuego, frente a las cumbres imponentes y los colores contrastantes del mar austral y los bosques, todo se puede mirar con los mismos ojos de Darwin. Que siguió su viaje, rumbo a las Galápagos y tantos otros lugares fantásticos del globo aún casi sin explorar en ese entonces, llevando en su diario y su equipaje las semillas de avances revolucionarios que cambiarían para siempre la historia de la ciencia y la mirada del mundo sobre su propio, lejanísimo pasado.



HOMENAJES EN EL MUNDO

Este año se cumplen 200 años del nacimiento de Charles Darwin y 150 de su obra El origen de las especies mediante la selección natural. Cada 12 de febrero se celebra el “día de Darwin”, pero este año el bicentenario es una ocasión aún más especial, que incluye iniciativas y homenajes en todo el mundo. En particular el Museo de Historia Natural de Londres inauguró, en el marco de la conmemoración Darwin200, una muestra especial que se extenderá hasta abril. También la Universidad de Cambridge tiene prevista la realización de un festival especial en julio de 2009, y habrá actos de homenaje en Shrewsbury, su ciudad natal.

LA RETAMA DE DARWIN

Durante su visita a la costa bonaerense en el lugar donde hoy se encuentra Pehuen-Có, cerca de Bahía Blanca, Darwin reunió algunos ejemplares de un arbusto endémico de la región, que se conoce precisamente como “retama de Darwin”. Con ramas sin hojas, en forma de mata y visible por sus flores blancas en primavera, se trata de las pocas especies de la zona adaptada a vivir en los médanos vivos, que no están fijos. La especie, científicamente conocida como Neosparton Darwinii, se desarrolla sobre un área muy reducida –a lo largo de diez kilómetros por uno de ancho– hacia el este y el oeste de Pehuen-Có. Actualmente se la considera en riesgo por el avance de la urbanización, la apertura de caminos y la circulación de vehículos todoterreno sobre las dunas que constituyen su hábitat.

viernes, 13 de febrero de 2009

Más de un millón de turistas en Iguazú

Más de un millón de personas turistas visitaron las Cataratas del Iguazú, durante 2008, una cifra récord que representa un aumento del 4.29% respecto de 2007.  "Se registró un nuevo récord en el ingreso de visitantes al parque, alcanzando un total de 1.062.128 visitas durante 2008", informaron fuentes de la firma a cargo del funcionamiento operativo del área Cataratas del Parque Nacional Iguazú. El 55% de los visitantes fueron argentinos, el 7% de países del Mercosur y el restante 38% extranjeros de otras regiones. 

Fiestas y Estampillas

La Secretaría de Turismo de la Nación y el Correo Argentino lanzarán la edición de sellos postales Fiestas Populares II, que incluirá a la celebración de la Chaya riojana, la Fiesta de la Cereza de Santa Cruz, la Fiesta del Mar de Mar del Plata y la Fiesta de la Vendimia de Mendoza. La emisión será de 100.000 estampillas, a un peso cada una, y se venderán en todo el país. 

martes, 10 de febrero de 2009

Año Darwin

El jueves 12 de febrero se cumplen 200 años del nacimiento del naturalista británico que creó la teoría sobre la evolución de las especies. Durante su largo viaje por el mundo a bordo del "HMS Beagle", Darwin pasó por las costas argentinas. Buenos Aires, Bahía Blanca, las riberas del Paraná, la costa patagónica y Tierra del Fuego fueron algunos de los lugares que influyeron en la etapa temprana de su pensamiento.
Este jueves, un homenaje a Darwin y una propuesta para seguir sus pasos en nuestro país, en "El Club del Viaje".

lunes, 9 de febrero de 2009

Río negro

Las Grutas, un mar de aventuras

Esta pequeña villa que mira al Atlántico desde los acantilados suma servicios y se rodea de alternativas para disfrutar de sus aguas cálidas
Fuente: Diario La Nación, Domingo 8 de febrero de 2009

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Las Grutas, un mar de aventurasEl toque mediterráneo... Foto: Pierre Dumas

LAS GRUTAS.- Un mar azul, unas casas blancas, un cielo sin nubes, acantilados que forman miradores sobre el agua, playas protegidas entre las rocas. Parece la descripción del Mediterráneo y sin embargo, no: es la de Las Grutas.

Esta playa de la Patagonia se encuentra unos 1150 kilómetros al sur de Buenos Aires, en la provincia de Río Negro. Más increíble todavía, el agua es aquí sensiblemente más cálida que en las tradicionales playas de la costa bonaerense. Ni siquiera le faltan leyendas para asemejarse más aún al Mediterráneo, ya que se dice que por estos territorios otrora desolados pasaron los Templarios y dejaron un tesoro.

Lo que no es un mito es que, desde hace varias temporadas, el balneario dejó de ser una playa regional para cobrar un alcance nacional. Y no sólo creció en cantidad de oferta, sino también en calidad. Año tras año, lo que era una pequeña villa a orillas de una playa acantilada se completó con más y más servicios.

Mareas de siete metros

Varias teorías buscan explicar por qué aquí el mar es más cálido que en balnearios más al Norte: una corriente proveniente de las costas brasileñas, la protección del golfo San Matías, soleado la mayor parte del verano, y las rocas de las playas recalentadas durante las mareas bajas.

Los acantilados, perforados de grutas que dieron su nombre al balneario, es otro encanto. Así se forman dos niveles de playa: uno para la bajamar y otro, para la pleamar. Sobre el primer acantilado está la rambla con pórticos y parapetos blancos que recuerdan las construcciones de las islas griegas. Entre la primera y la segunda playa hay una plataforma de roca y un segundo pequeño acantilado, que se descubren totalmente con la marea baja, permitiendo disfrutar también de los piletones tallados artificialmente en la roca misma.

Hay de varias profundidades y tamaños, como para que cada uno encuentre el suyo, con el encanto adicional de que estas piletas al borde del mar incluyen peces y cangrejitos. Las diferencias entre altamar y bajamar alcanzan los siete metros en el golfo, para formar una de las mareas más importantes del país.


Las Grutas,un mar de aventuras

A medida que el balneario fue creciendo, otros estilos vinieron a complementar las primeras casas y complejos de paredes blancas como pasadas por cal. Recientemente, un gran centro comercial con una sala de exposición sumó animación a las calles céntricas. Esta temporada se puede ver aquí una muestra sobre dinosaurios. También cuenta con un casino moderno, a pasos de la playa más céntrica.

De noche, el centro rebosa de bares, heladerías, juegos infantiles y ferias artesanales. Como todo balneario de moda tiene playas alternativas, que se extienden hacia el Sur. La más concurrida es Piedras Coloradas, entre agreste y new age, que ofrece playas de arena y un sector de piedras rosadas antiquísimas, que se descubren con marea baja y permiten a los chicos armar paseos de aventuras entre los charcos que dejó el agua al retirarse.

Esta temporada se consolidó la práctica del sandboard, con tablas de madera que se deslizan sobre los médanos con increíble facilidad. Más al sur de Piedras Coloradas se llega al Sótano, una playa prácticamente desierta donde se ve un mar con aires de principios del mundo. Basta darse vuelta para reforzar esta impresión: justo detrás de la playa, un cañadón quiebra la meseta y se adentra en ella. Las lluvias (pocas, pero torrenciales) van cavando sus costados, descubriendo un tesoro invisible formado por miles de ostras fosilizadas.

Aventuras con sal

Si la opción es ir en busca de playas desiertas, no hay que perderse las de San Antonio Este, del otro lado de la bahía, cerca y lejos a la vez. Desde Las Grutas se ven las instalaciones del puerto del Este, como le dicen. Y también los buques de carga que hacen cola para llevar al exterior las frutas del Valle del Río Negro.

Hay que dar una vuelta de casi cien kilómetros para llegar, pero el viaje vale la pena, por las playas de caracoles que parecen no haber sido pisadas jamás por el ser humano. Estas playas y buena parte de la bahía de San Antonio forman un área natural protegida para preservar el espacio de reproducción de numerosas especies de aves marinas, que también es lugar de descanso de aves migratorias entre la Antártida y regiones más cálidas al norte del globo.

A la ida o a la vuelta se puede pasar por San Antonio Oeste, la cabecera de la región. El contraste es grande entre el dinámico balneario y el adormecido gran pueblo que fue hace un siglo uno de los puertos más importantes para la industria lanera en el mundo y hoy vive de sus recuerdos: de cuando el ferrocarril le daba vida, y hasta recibió al heredero del trono del imperio británico.

En semejantes paisajes, los días de playas se intercalan con las aventuras. Cada una es más asombrosa que la otra. Las Salinas del Gualicho invitan a una excursión de medio día, desarrollada por una de las agencias locales, que extiende la visita hasta la noche para cenar en medio del campo de sal bajo las estrellas de la Cruz del Sur. Estas salinas son las terceras en extensión en el mundo y forman la depresión más importante de todo el país, a 72 metros bajo el nivel del mar.

Luego de la cena, en medio de una planicie blanca e infinita que refleja la luz de la luna, los guías cuentan historias de duendes, diablos y maldiciones transmitidas por los obreros de la sal. Otra leyenda de este rincón de la Patagonia es la de los Templarios: se cuenta que estos monjes guerreros, que formaron una de las más poderosas organizaciones del Medievo, llegaron mucho antes de Colón al Fuerte Argentino, una meseta que se levanta a metros de la costa, a unos 50 kilómetros de Las Grutas.

El plato fuerte

Detrás de esta historia se va en expedición hasta el Fuerte, que tiene de fortín su propia condición natural: una meseta inexpugnable a orillas del mar, en un remoto rincón de la costa patagónica.

Tampoco es leyenda que aquí es posible convertirse en pulpero por un día , aprendiendo de los pobladores la técnica para descubrir y capturar pulpitos atrapados en la restinga durante la bajada del mar. Las salidas, en grupos, permiten descubrir una técnica artesanal muy propia de esta región costera.

La tercera excursión, la más nueva de todas, es una visita a una pingüinera en una isla a poca distancia de la costa. Hasta hace poco, esta colonia de pingüinos era conocida sólo por los dueños de estas tierras, hasta que decidieron abrirla al turismo. Se accede a la pequeña isla caminando por la playa en la marea baja: más de 300 kilómetros al norte de la colonia de Punta Tombo, alberga también pingüinos de Magallanes.

No faltan opciones en los días de playa de Las Grutas, que es también la puerta para visitar la meseta de Somuncurá, en el centro de la provincia de Río Negro, una región que se abre poco a poco al turismo.

Esta playa de aire mediterráneo es, asimismo, buen punto de partida para conocer Playas Doradas y las minas de Sierra Grande, hacia el Sur, o la Ruta de la Costa, camino de ripio que bordea la costa rionegrina hacia el Norte y lleva hacia el balneario de Viedma. Pero hay que guardarse tiempo mientras el sol todavía brilla, justamente para aprovechar las cálidas aguas.

Pierre Dumas 
Para LA NACION 

DATOS ÚTILES

Cómo llegar

  • Por la ruta 3, aunque desde Buenos Aires se recomienda dejar la RN 3 luego de Bahía Blanca para pasar por Médanos y Río Colorado. De este modo se acortan un poco las distancias. Varias líneas de micro llegan a Las Grutas y San Antonio Oeste desde Capital y diversas ciudades del interior (Viedma, Bariloche, Neuquén, Puerto Madryn).

Alojamiento

  • Las Grutas se complementó últimamente con una gran oferta en cabañas y hoteles, de todos los niveles y precios. También hay varios terrenos de camping.

Comidas

  • El rasgo más típico de la cocina local son los frutos de mar. Un plato de pescado o mariscos cuesta alrededor de 40 pesos.

Qué hacer

  • Exposición sobre dinosaurios: se presenta en el Centro Comercial Puerta del Sol. La entrada cuesta 15 pesos.

  • Sandboard: en Piedras Coloradas, $ 20 por hora el alquiler de una tabla para deslizarse en la arena, además de la cera que facilita la tarea.

  • Aventura: DesertTracks ofrece las excursiones a las Salinas del Gualicho, el Fuerte Argentino y la Pingüinera; $ 150 los adultos y 100 los menores para cada una. Tel.: (02934) 497843,info@deserttracks.com.ar

Informes

En Internet

www.lasgrutasrionegro.com.ar
www.lasgrutasturismo.com.ar