viernes, 6 de febrero de 2009

Perú - Puno se viste de fiesta en la Candelaria

Puno se viste de fiesta para una de las celebraciones de mayor colorido en el Perú

Aproximadamente 30 mil personas danzarán en los 18 días de celebración a la Virgen de la Candelaria

En Puno, la Capital Peruana del Folklore, se celebra en el mes de febrero de cada año, una de las fiestas patronales más impresionantes de todo el Perú, en homenaje a la Virgen de la Candelaria, Patrona de dicha ciudad.

Esta celebración dura 18 días y se presentan más de 200 danzas; en estos días hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños no cesan de bailar para la Virgen, agradeciéndole así los beneficios y milagros que les permiten seguir viviendo. En una fiesta sin igual, la ciudad entera se une en regocijo y en un mar de color, mística y danza, ante un mudo testigo principal como son las frías y tranquilas aguas del majestuoso Lago Titicaca.

Si bien el 1 de febrero comienza oficialmente la fiesta de la Virgen de la Candelaria, la población puneña ya vive con efervescencia desde el fin de semana la celebración religiosa más grande del sur del país que está asociada a la Pachamama (culto a la tierra), el lago Titicaca, las minas y el trueno; además de simbolizar, la pureza y la fertilidad. En ella convergen también las esperanzas de los desvalidos y la tenaz fe de los creyentes.

El día principal es el 2 de Febrero, cuando la Virgen es conducida por la ciudad, en una colorida procesión, acompañada por sacerdotes, monaguillos y la feligresía. Este es el momento cuando los grupos de músicos y bailarines hacen su aparición, bailando y tocando a través de la ciudad.

Cuentan los pobladores que la Virgen vence y somete al demonio, rodeándolo con las candelas; por ello se le consagra como la"Virgen de la Candelaria" protectora y patrona de Puno.

 

Alrededor de 30 mil personas integrarán los 140 conjuntos que danzaran al compás de sikuris, pujllay, wiphalas, morenadas, diabladas y otras tantas bailes, que con su multicolor coreografía y alegres ritmos adornaran las calles de Puno.Este espectáculo sin par, es considerado como uno de los tres más grandes acontecimientos que se celebran a nivel de Sudamérica, entre los que se incluyen al Carnaval de Río de Janeiro en Brasil y el Carnaval de Oruro en Bolivia.

Ubicada a las orillas del Lago Titicaca a una altitud de 3,870 metros sobre el nivel del mar, la ciudad de Puno, acoge en estos días a miles de visitantes nacionales y extranjeros, que llegan al santuario del templo de San Juan, participan de la alegría y el baile.

Puno fue sede de la cultura Tiahuanaco (800 a 1200 d.C.), máxima expresión del pueblo Aymara, que se desarrolló entre lo que hoy es Perú y Bolivia; los Incas se impusieron en el territorio en el siglo XV y los españoles dejaron un importante legado colonial en toda la zona, atraídos por la actividad minera que se desarrolló en el lugar.

Los alrededores de Puno son espectaculares destacándose las Chullpas de Sillustani, con su conjunto de imponentes torres funerarias construidas por los Kollas; Juli, célebre por sus hermosos templos coloniales; Lampa, con su iglesia virreinal construida entre 1675 y 1685; Llachón, comunidad que aún conserva centenarias costumbres y manifestaciones culturales y Pucará, famosa por su cerámica preínca y por los 'toritos de Pucará' que hoy los artesanos elaboran con arcilla.

El lago alberga también diversas islas, cuyos habitantes han preservado ancestrales costumbres y tradiciones. Un ejemplo de esto son los Uros, que viven en 'islas flotantes' fabricadas artificialmente con totora, y que navegan por la zona en sus tradicionales embarcaciones también de totora. Taquile, Suasi y Amantaní son conocidas por la amabilidad de sus moradores y por sus ancestrales técnicas de tejido, sus construcciones precolombinas y maravillosos paisajes. La Reserva Nacional del Titicaca (36.180 ha) protege extensos totorales y diversas especies de flora y fauna.

Al cabo de los años la fiesta de la Candelaria se ha convertido en la más clara manifestación de la identidad cultural del folklore nacional, que ha permitido que a Puno se le denomine Capital Peruana del Folklore,

Por su magnitud y trascendencia fue declarada  Patrimonio Cultural de la Nación, como una expresión de las manifestaciones tradicionales de la cultura viva que caracteriza a las comunidades asentadas en la sierra sur del Perú.