lunes, 16 de febrero de 2009

Espirito Santo - Brasil

Del mar a la montaña

En el estado de Espirito Santo una propuesta diferente: playas de arenas negras con propiedades terapéuticas, circuitos de agroturismo y trekking
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Domingo 15 de febrero de 2009 | Publicado en edición impresa 

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Del mar a la montañaAscendencia italiana, sin vueltas, en Venda Nova do Inmigrante Foto: Pierre Dumas

VITORIA.- El estado de Espirito Santo se extiende a orillas del Atlántico, al norte de Río de Janeiro. De hecho su capital, Vitória, parece una prima lejana de la antigua capital brasileña. La costa también forma un laberinto de aguas y tierras, entremezcladas en medio de bahías, penínsulas, islas e istmos.

Detrás de la costa, bordeada de edificios altos cuyas luces se reflejan por las noches en el mar, el relieve empieza a ondularse hasta formar montañas y expandirse por el vecino estado de Minas Gerais. El centro balneario de Guarapari es conocido en todo Brasil y muy frecuentado por los mineros por la belleza de sus playas, pero también por las propiedades terapéuticas de sus arenas negras. En pocas horas, Espirito Santo permite pasar del mar a las montañas, de las playas a senderos de caminatas y trekking, siguiendo la Ruta del Mar y las Montañas, uno de los ocho circuitos turísticos para recorrer este lugar.

Colecciones de orquídeas

Vitória está a poco más de 500 kilómetros de Río, y para pasar de la costa atlántica al corazón de los parques naturales en las montañas hacen falta apenas dos horas. La Ruta del Mar y las Montañas tiene 100 kilómetros, que pasan por Marechal Floriano y Venda Nova do Imigrante, dos pueblos tan prolijos y verdes como si hubiesen sido importados desde los Alpes. Al pie de la Piedra Azul, una singular montaña que domina el centro del parque natural que protege su singular paisaje, esta región se está abriendo al turismo con actividades rurales, propuestas de aventuras y la promoción de sus raíces europeas, principalmente italianas (en Venda Nova) y alemanas (en la vecina ciudad de Domingos Martins).

En Marechal Floriano, como en toda la región, el verde domina la escena. En los campos y valles se cultivan café y otras plantas tropicales, dibujando postales muy distintas de las clásicas brasileñas de Carnaval y playa. La ciudad es conocida además por sus dos orquidarios, Nego Plantas y Florabela Orquideas: renombrados en toda la región, proponen la visita y venta de una impresionante colección de especies. Espirito Santo es una fiesta para los amantes de la botánica, con orquídeas en las afueras de la ciudad y en toda la región.

Un poco más allá en las montañas, Domingos Martins es la sede de una de las principales colonias alemanas de Brasil. Allí se celebra cada verano el Sommerfest, fiesta en homenaje a los colonos, a fines de enero. Los integrantes de las agrupaciones de folklore visten sus trajes y hacen revivir la música, los bailes y las recetas de cocinas que sus antepasados trajeron con ellos desde el corazón de Europa.

Esta impronta se puede ver también en la Iglesia Luterana de la ciudad, construida en 1866, y en la fábrica de violines local. Pero sobre todo, Domingos Martins es la puerta de entrada al Parque Estatal de la Piedra Azul, una reserva natural en torno de la enorme roca azulada de 1822 metros que bien merece su nombre: como piedra, debe ser la más grande del mundo.

Una piedra en el camino...

En realidad, la piedra es azul sólo una parte del día, ya que se pone colorada o rojiza al amanecer y atardecer. Sin embargo, no es la única -ni la más alta- del parque: la Piedra de las Flores le hace competencia, alcanzando los 1909 metros.

En todo el parque se practica el agroturismo, visitando chacras que producen frutas finas, licores, fábricas de quesos y embutidos. También se realizan caminatas y cabalgatas.

La más novedosa es la que propone la empresa Fjordland, con caballos de raza Fjord, traídos de Noruega. En semejante paisaje no aportan nada de exotismo al lugar, aunque basta recordar en qué punto se está del mapa para admitir que sí son una rareza en este país. Desde los relieves de Noruega, estos pequeños caballos parecen haberse aclimatado sin problemas, ya que su robustez y la firmeza de su andar son ideales para transitar las montañas del parque.

Las cabalgatas se realizan diariamente todo el año y la mansedumbre de los Fjords permite a los inexpertos participar sin temor de los paseos, que llegan hasta la base misma de la piedra, donde la vegetación deja emerger la roca de repente. Aquí florecen las propuestas de agroturismo, un sector que se benefició de planes oficiales para desarrollarse y gracias al cual la región se convirtió en un polo turístico con identidad propia.

Lo mismo ocurre en la vecina ciudad de Venda Nova do Inmigrante, al final de esta ruta. Esta vez los inmigrantes en cuestión fueron principalmente italianos, sobre todo friulanos y vénetos. La Fiesta de la Polenta que se organiza cada año, los coros de cantos italianos, la Casa de Cultura (un museo dedicado a la inmigración), son señales de la casi exclusiva ascendencia italiana de los lugareños. La ciudad goza del título de Capital Nacional del Agroturismo y es ideal para recorrer los pequeños establecimientos familiares de la zona, que se dedican a la producción de especialidades como dulces, licores, cafés o quesos.

Para conocer más esta región distinta y entrañable se puede complementar la Ruta del Mar y las Montañas con la de la Costa y la Inmigración. Se trata de otro circuito oficial, desarrollado por los servicios turísticos del estado, que recorre todo el litoral sur de Espirito Santo, sobre unos 150 kilómetros entre Vitória y Presidente Kennedy, en busca de otras colonias alemanas e italianas, descubriendo otros paisajes y playas de arenas blancas, nuevas perlas en el collar de la costa brasileña.

Por Pierre Dumas 
Para LA NACION 

DATOS ÚTILES

Cómo llegar

  • Desde los aeropuertos de Río de Janeiro, San Pablo o Porto Alegre hay varias conexiones diarias a Vitória. Un vuelo con TAM de Buenos Aires a Vitória cuesta en promedio unos 2000 pesos (tasas incluidas).

Contactos

Más información

  • Comité Visite Brasil, de la embajada de Brasil en Buenos Aires: Cerrito 1350, entrepiso. (4515-2400). De lunes a viernes, de 9.30 a 12.30 y de 15.30 a 17.30. turismo@brasil.org.arwww.brasil.org.ar