viernes, 27 de marzo de 2009

Ybor City

Estados Unidos / Barrio de inmigrantes

Florida por fuera, Cuba por dentro

Ybor City es casi un pueblo aparte dentro de Tampa, tercera ciudad del soleado estado norteamericano, destino favorito para los amantes de los puros

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Florida por fuera, Cuba por dentroDe la arquitectura al oficio de torcedor de cigarros, inconfundibles rasgos culturales Foto: Pierre Dumas y AP

TAMPA.- Esta ciudad también tiene su Barrio Latino. Aunque nada tengan que ver aquí los estudiantes medievales que permitieron bautizar así al barrio universitario de París: en Tampa los latinos son los cubanos. Y con ellos, los españoles e italianos que fundaron el barrio, lo hicieron crecer y lo convirtieron en un modelo de prosperidad durante las primeras décadas del siglo XX.

Más tarde, a Ybor City le llegaría su hora en la sombra. Pero como nada es eterno, a principios de los años 90 este barrio entre demodé y de vanguardia renació y se convirtió en el centro de la movida cultural y social de Tampa, ciudad que muchos visitan gracias a sus gigantescos parques temáticos, con todo el entertainment a la norteamericana que sea posible imaginar.

Pero Ybor City es casi una ciudad aparte y su historia se remonta a los últimos años del siglo XIX, cuando Tampa no era la ciudad de rascacielos que hoy exhibe en su centro comercial, sino un pueblo perdido sobre la bahía, que vivía del ganado, la pesca y las naranjas, lejos de las vías de comunicación y los ferrocarriles. Cuentan las crónicas que hasta allí viajó el inmigrante español Gavino Gutiérrez en busca de productos para una empresa neoyorquina, y que en el regreso se reunió en Key West con su amigo Vicente Martínez Ybor, que tras huir de Cuba -perseguido por su ayuda a los revolucionarios en la lucha contra el dominio español- había trasladado hacia aquella porción de Florida la fábrica de cigarros que tenía en La Habana. Pero Ybor tenía sus propios problemas -altos costos de producción y traslado, entre otros- y rápidamente se dejó tentar por la idea de una mudanza a Tampa, que estaba beneficiándose con la llegada de una nueva línea ferroviaria. Después de un tiempo de negociación, acordó finalmente su traslado a la nueva ciudad: fue el nacimiento oficial de Ybor City, en 1885.

Historias de tabaqueros

La producción de cigarros hizo la riqueza de Ybor City. Grandes factorías empleaban a cientos de tabaqueros y torcedores encargados de enrollar las hojas de tabaco como auténticos artistas. Junto con ellos, que gozaban de un buen nivel de vida y hasta se pagaban lectores para amenizar el trabajo repetitivo en las fábricas, crecía el ritmo comercial de la ciudad.

Gran parte de esa historia se puede conocer hoy en el Museo de Ybor City. Allí se rinde homenaje a los cubanos instalados en Florida, que apoyaban a los revolucionarios de su patria contra los españoles, además de los numerosos italianos que se radicaron en Tampa dejando atrás su tierra natal, sobre todo el pueblo siciliano de Santo Stefano. A unos de ellos, Francesco Ferlita, pertenecía la panadería que hoy aloja al museo.

El Museo de Ybor City también se encarga de restaurar las casitas, como se llama a las residencias donde Martínez Ybor y otros dueños de fábricas instalaban a los obreros del tabaco. Justamente el hecho de brindarles vivienda en una ciudad de activa vida social, y de permitirles luego comprar definitivamente esas casas, hizo al éxito de Ybor City, atrayendo a numerosos tabaqueros calificados desde Cuba.

Pequeñas pero cómodas, se las conocía como las casas shotgun-style, porque se decía que un tiro lanzado en la puerta delantera saldría sin problemas por la puerta trasera, ubicada en línea recta respecto de la principal. Gran parte de aquellas casitas se perdió a partir de los años 60, pero al menos algunas fueron trasladadas y restauradas. Hoy se pueden visitar y revelan en su estructura -un salón para la vida social familiar, con habitaciones interiores para padres y hermanos- cómo era la vida en el medio rural de Tampa a fines del siglo XIX y principios del XX.

Curiosa imagen debe haber sido, las de las huertas inexorablemente cultivadas por italianos junto a los cocodrilos que traían los pantanos, a veces también con alguna serpiente enredada... La vida era esforzada, sin duda, pero también feliz en aquellos años de prosperidad. Y sobre todo, el ideal de educación de aquellos inmigrantes se traduce hasta la actualidad, ya que Ybor City tiene todavía hoy mayor proporción de profesionales universitarios que el resto de Tampa.

Dos lugares para visitar

Después de languidecer durante años cuando declinó la industria de los cigarros, Ybor City padeció un prolongado letargo. Sin embargo, la década del 90 le traería un explosivo renacimiento, que incluyó la creación del complejo cultural Centro Ybor en el antiguo Club Español, y más recientemente la formación de un distrito gay conocido como GaYbor City, que generó un rápido crecimiento comercial en materia de hoteles, clubes nocturnos y restaurantes. Muy lejos de los 720 habitantes que tenía cuando Martínez Ybor avistó la ciudad por primera vez...

Café y tabaco

Para saborear algo del barrio tradicional, entonces, hay que descartar la noche y elegir más bien la mañana, en una esquina donde se levanta el bar La Tropicana (Calle 19 y la Séptima). A media mañana, los parroquianos desayunan tranquilamente su café cubano con leche acompañado de tostadas y cheese toasts (tostadas con queso fundido). Sólo para los de paladar fuerte hay que recomendar el cangrejo del diablo, devil crab, una croqueta picante favorita de algunos de los habitués del bar. El otro lugar para visitar es la panadería donde se elabora el pan cubano de La Tropicana: es La Segunda Central Bakery, de donde salen día a día miles de panes hechos exclusivamente con harina, agua, aceite y levadura.

Amablemente, los encargados organizan visitas guiadas que permiten conocer las maquinarias y, sobre todo, la mayor curiosidad del proceso de elaboración: la disposición, a lo largo de cada pan, de unas delgadas hojas de palma, que en el horno chocan con la masa levada y obliga a que el pan se abra a lo largo como si lo hubiera cortado un cuchillo. Sólo después de haberlo probado, caliente y crocante, se estará listo para resistir hasta la noche y conocer la otra cara de Ybor City, la de su animada vida nocturna, cuando la calle Séptima se convierte en el punto de reunión de miles de personas en busca de música, tragos o, simplemente, un buen paseo bajo las luminarias cubano-norteamericanas del histórico barrio.

Una buena manera de concluir el paseo es en los cigar bars, para probar la producción local acompañada de una buena sangría.

Por Pierre Dumas 
Para LA NACION 

DATOS ÚTILES

El lugar

Tampa se encuentra a unos 50 minutos de vuelo desde Miami. Tiene buen clima todo el año y es un destino turístico muy buscado por sus parques de diversiones, como Busch Gardens, con toda clase de juegos y atracciones para chicos y grandes.

Sábado de feria

Para visitar Ybor City vale la pena tener en cuenta el sábado, día en que se organiza un atractivo mercado de artesanías, comidas típicas, frutas y verduras locales.

En Internet

www.gotampa.com

www.ybormuseum.org